Aeróbicos acuáticos
Aunque los aeróbicos acuáticos no son uno de los ejercicios más socorridos, debes saber que son perfectos para trabajar y tonificar todo el cuerpo, especialmente el estómago, las piernas y los glúteos, por lo que, quizás quieras reconsiderar el incorporarlos en tu rutina de actividad física.

A diferencia de lo que se podría pensar, los aeróbicos acuáticos no son exclusivos para mujeres mayores. Este tipo de entrenamiento no sólo estimula el metabolismo del tejido conectivo, sino que también es más eficiente que los ejercicios terrestres.

Por eso, cuando pienses en aeróbicos acuáticos, olvida la idea de un grupo de señoras mayores moviéndose frenéticamente en el agua durante las vacaciones, pues este tipo de ejercicios son perfectos para mantenerte saludable, sin importar la edad que tengas.

Ventajas de hacer aeróbicos acuáticos

Entrenamiento integral: Los aeróbicos acuáticos son ideales para trabajar todo el cuerpo. Además de fortalecer el abdomen y las piernas, también puedes tonificar los brazos y la espalda de manera efectiva bajo el agua. Y lo mejor de todo es que un minuto de esta actividad física equivale a cinco minutos de ejercicio en tierra firme.

Bajo impacto en las articulaciones: Gracias a la flotabilidad del agua, el cuerpo solo soporta alrededor del diez por ciento de su peso real durante el entrenamiento acuático. Esto reduce significativamente el impacto en las articulaciones, lo que lo convierte en una opción segura y efectiva para personas con problemas de espalda o articulaciones.

Beneficios para el corazón y la circulación: El agua ejerce presión en el pecho, lo que dificulta la inhalación y fortalece los músculos respiratorios. Además, el corazón late entre 15 y 20 veces más lento bajo el agua, pero de manera más intensa que en tierra firme, lo que es beneficioso para el sistema cardiovascular.

Reducción del riesgo de lesiones: los aeróbicos acuáticos son adecuados para cualquier persona, incluyendo mujeres embarazadas, personas con sobrepeso o aquellos en procesos de rehabilitación, pues, como ya decíamos, el agua ayuda a que el cuerpo pese menos y eso reduce el riesgo de lesiones también.

Movimientos más fáciles: Debido a la ligereza del cuerpo en el agua, los ejercicios resultan más fáciles de realizar y permiten un mayor rango de movimiento.

Desarrollo equilibrado de los músculos: Los ejercicios acuáticos involucran a todos los grupos musculares sin que te des cuenta, lo que fortalece la figura y contribuye a una apariencia armoniosa.

Aumento del consumo de calorías: El cuerpo trabaja contra la temperatura del agua, lo que aumenta el gasto energético. Además, el agua crea resistencia con cada movimiento, lo que estimula los músculos a trabajar más y aumenta el consumo de calorías en todo el cuerpo.

Mejora del retorno venoso: La presión y el efecto de hidromasaje generados por el agua ayudan a que la sangre regrese al corazón de manera más eficiente. Esto es especialmente beneficioso para la circulación en las extremidades inferiores, ya que la presión del agua ayuda a reducir la hinchazón y mejora el flujo sanguíneo.

Masaje contra la celulitis: La combinación de masaje de piernas, desintoxicación y mejora del retorno venoso que ofrece el ejercicio acuático es una excelente manera de combatir la celulitis de manera efectiva.

Relajación y bienestar: El agua en los ejercicios acuáticos generalmente se mantiene a una temperatura agradable, lo que contribuye a la relajación muscular y al bienestar psicológico. El calor y la sensación de ingravidez en el agua ayudan a aliviar el dolor, reducir la tensión y combatir el estrés.

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