Los Bills salen con más dudas que respuestas hacia el Divisional

La semana de descanso que muchos creían que tendrían los Bills frente a Dolphins, estuvo lejos de suceder en esta ronda de Wild Card 2023; con apenas un triunfo cerrado de 34-31, las formas con las que Buffalo se sobrepuso a Miami no terminan de convencer a nadie. Las dudas rumbo a la ronda divisional son muchas, y es justo que más de alguno encienda las alarmas.

¿Es este equipo víctima de su propia arrogancia o solamente no son tan buenos como creíamos hace poco? A continuación, lo tratamos de analizar.

Las dos caras de Josh Allen contra Miami

Los Dolphins no se guardaron nada para enfrentar al QB Josh Allen (23/39, 352, 3 TD, 2 INT) este domingo, y lo presionaron el 52.2% de las veces; el coordinador defensivo, Josh Boyer, quiso llevarlo al límite, y ciertamente lo hizo, sacando lo mejor y peor del QB.

En 11 intentos de pase (mayor cifra de un QB este año), Allen lanzó 139 yardas; logró un TD y una intercepción. Cómo se observa, la dualidad fue muy marcada, porque esto no representó la oportunidad que deseaba todo el tiempo, y contribuyó a que Miami pudiera igualar las cosas con tantos errores en el camino.

Aunque si hubo gente que realmente adoró su desparpajo en el campo, fueron sus receptores: Gabe Davis (6 REC, 113 YDS, 1 TD) y Stefon Diggs (7 REC, 114 YDS). Entre los dos pudieron hacer bastante daño a la secundaria de los Dolphins, y fueron los mejor beneficiados de este estilo hasta imprudente de Allen. Sin embargo, es difícil que ellos te digan que estuvo mal viendo lo que obtuvieron:

Pero en general, la defensiva de Miami pudo sacar lo peor de Allen, un detalle que mencionamos como inevitable en un artículo pasado. Y por mucho que alabemos el brazo de este QB, siempre existe un lugar y momento para todo, en esta ocasión fue tan incorrecto, que bien pudo costarles el juego; no obstante, él estuvo lejos de ser el único problema esta tarde.

Los Bills casi forzaron su propia derrota

En algún momento del primer cuarto, los Bills lideraron 17-0 el marcador del partido; sin embargo, los errores les costaron muchos puntos a favor y en contra. De hecho, si algo debe quedar de este juego, es lo mucho que Buffalo contribuyó a su propio (y temporal) colapso en el partido.

No sólo fueron las tres entregas de balón del QB Josh Allen, es también lo que intentaron durante todo el encuentro; por ejemplo, esos pases profundos que parecían una obsesión malsana del coordinador ofensivo, Ken Dorsey, que una necesidad real por el momento del juego. Con tanto tiempo por jugarse, esas maniobras tan desesperadas mandaban una señal equivocada del equipo, y especialmente, de la defensiva, que sigue siendo sospechosa en más de un sentido:

Mientras el ataque dejaba de dar puntos, la defensiva cedía demasiadas jugadas grandes; algunas no necesariamente fueron de yardaje, más bien de conversiones exitosas, como una en cuarto down. Tampoco fueron factor en entregas de balón, perdiendo en la batalla con los Dolphins, lo que indudablemente le dio más confianza a estos últimos para intentar la remontada cerca del final.

¿Debemos confiar en Buffalo después de esto?

Es realmente difícil no cuestionar la calidad de favoritos de los locales en este momento; Buffalo era uno de los grandes (sino el más grande) favorito de la AFC en los Playoffs NFL 2023. En este momento, ya no tanto; la razón no es por un solo jugador o unos cuantos errores. Arriba solo se destacó lo más importante, pero en realidad, este equipo fue expuesto en sus tres fases sin ningún problema.

Hasta sus elogiados equipos especiales permitieron algunos grandes regresos y dramas innecesarios en un momento delicado del juego. Desgraciadamente, todo esto suma en contra de un equipo que deberá enfrentar a Bengals o Ravens la próxima semana. No lo olviden: batallaron con Skylar Thompson, no Tua Tagovailoa. No es posible volver a ver a esta defensiva de la misma manera cuando el tercer QB les dio una pelea así de grande.

Con QB en el camino como Lamar Jackson, Joe Burrow y Patrick Mahomes, parece que que el momento de este equipo pasó de inspirador a preocupante; y de cierta manera, es otra vez la historia de otros años: un equipo al que le damos demasiado crédito en campaña regular, y en playoffs nuevamente es víctima de sus peores defectos.

Esto también debe ser una lección para todos aquellos que aún no entienden que estas instancias son borrón y cuenta nueva, por lo que se olvidan las etiquetas colocadas durante temporada regular. Si Buffalo quiere ser favorito indiscutible rumbo al Super Bowl LVII, primero deberá ganárselo en estos juegos de postemporada.

¿Creen que los Bills son solo víctimas de su arrogancia o fueron verdaderamente expuestos por los Dolphins? Pueden dejarnos sus opiniones debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.

Con Información de Primero y Diez