By Bajo Fondo
Las palabras se las lleva el viento y parece que para San Luis el olvido es la constante con relación a las promesas que, desde campaña, el Presidente Andrés Manuel López Obrador hizo para ganar el voto potosino.
Primero hay que enumerarlas, será sencillo y rápido. Una de ellas es la carretera Valles-Tamazunchale; la modernización de aeropuerto de Tamuín; el Hospital Central; construcción de la presa La Maroma en el Altiplano; la llegada de la SCT federal y las universidades del Bienestar, una en la Huasteca y otra en la Zona Media.
Puede usted constatar que fueron muy pocas, ahora vamos a analizarlas.
Tenemos que recordar que la presentación del proyecto de la carretera Valles-Tamazunchale fue presentado durante el sexenio de Peña Nieto y, durante ese periodo, se arrancó la primera fase; así que podemos echar a bajo la primera de las promesas ya que no es un proyecto nuevo para la entidad, sino un rescate de la anterior.
Si bien se ha dado un importante avance al proyecto, queda claro que será la próxima adminsitraciín federal la que de le cierre.
Dentro de esta misma categoría, es decir, de los refritos, es la modernización del aeropuerto de Tamuín, que fue parte del proyecto integral para el fortalecimiento de la Huasteca potosina que impulsó el innombrable señor Enrique.
De este proyecto se puede decir poco, ya que duerme el sueño de los justos en alguna carpeta acumulando polvo y acaros.
Igual, es la presa La Marona que, el innombrable, prometió en su última gira para la entidad potosina, Así que de tres, llevamos tres que no son proyectos de nuestro Presidente.
Entremos en materia. El Hospital Central, es decir, la modernización y equipamiento fueron impulsados por el ex rector de la UNAM, José Narro Robles, cuando fue titular de la Secretaria de Salud federal, y le voy a explicar; el edificio fue una obra que fue absorbida por el sistema IMSS-Oportunidades desde la concepción del mismo, pero el equipamiento fue un logro del «Pollo» Gallardo, por su operación en la Cámara de Diputados y la actual Secretaría de Salud.
Vamos desmenuzando, en realidad, la gestión fue por la insistencia de las autoridades estatales, de hecho, se usó como hospital Covid por la contingencia pero sin el equipamiento, es por eso que las autoridades estatales no podían soportar un elefante blanco de ese tamaño y se abocaron en rescatar este proyecto por qué la federación lo tenia olvidado; cabe destacar que se han reportado importantes fallas en la construcción del mismo, responsabilidad de la federación.
Como parte de la descentralización de las secretarías federales, Andrés Manuel López Obrador lanzó durante su campaña la llegada de la sede de Comunicaciones y Transportes a la entidad potosina, de hecho, desde el inicio de su mandato, se presentó el terreno que sería para la armadora Ford como una de las alternativas para el arribo de este proyecto, como usted sabe, este nunca llegará.
Y es que desde la sede de Palacio Nacional, se dieron cuenta que mover al «elefante reumático» es sumamente costoso y, en la mayoría de los casos, es innecesario mover a los paquidermos lejos su habitad.
La otra desinflada promesa incumplida, es la construcción de dos campus de la Universidad del Bienestar, uno de ellos en la Huasteca y el otro en Rayón, municipio de la Zona Media.
Ahora la pregunta para usted es: ¿recuerda cuándo se inauguró alguno de éstos planteles?, o ¿acaso recuerda que haya venido el presidente a inaugurar el hospital público más moderno del centro del país? ¿recuerda algo del aeropuerto de Tamuín?.
La verdad es que ya concluye este sexenio, el presidente está más apurado por las corcholatas y por echar a andar el tren maya. La verdad es que, desde cualquier perspectiva, es claro que al presidente poco le importa San Luis Potosí, poco le importa sentar su proyecto de nación en nuestro estado.
La conclusión es muy simple, AMLO se está cobrando su baja popularidad en las elecciones presidenciales anteriores; fue SLP una de las pocas entidades en las que, el ahora presidente, no ganó.
