Rusia disparó dos misiles contra la capital ucraniana, Kiev, durante una visita del secretario general de la ONU, António Guterres, y uno de ellos impactó en el piso inferior de un edificio residencial, hiriendo al menos a tres personas, según su alcalde.

Kiev goza de una relativa calma desde que las fuerzas de invasión rusas fracasaron en su intento de capturarla ante la dura resistencia ucraniana y se retiraron hace varias semanas, pero sigue siendo vulnerable al armamento pesado de mayor alcance.

Las explosiones sacudieron el céntrico barrio de Shevchenko de Kiev y los tres heridos han sido hospitalizados, según informó el alcalde Vitali Klitschko en un mensaje de Twitter.

El ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, y el de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, afirmaron que las explosiones fueron causadas por misiles rusos. Testigos de Reuters habían informado antes de que se habían oído dos explosiones.

Las explosiones se produjeron después de que el jefe de la ONU, Guterres, concluyó las conversaciones con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, centradas en los esfuerzos para evacuar a los civiles del puerto meridional de Mariúpol, asediado por Rusia.

Guterres declaró a la emisora portuguesa RTP al ser consultado por las explosiones: “Hubo un atentado en Kiev (…) me conmocionó, no porque yo esté aquí, sino porque Kiev es una ciudad sagrada tanto para los ucranianos como para los rusos”.

El jefe de gabinete de Zelenski, Andriy Yermak, dijo que las explosiones eran “la prueba de que necesitamos una rápida victoria sobre Rusia (…) Debemos actuar rápidamente: más armas, más esfuerzos humanitarios (…) porque cada día Ucrania paga un alto precio por la protección de la democracia y la libertad”.

En respuesta a las reiteradas peticiones ucranianas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió el jueves al Congreso 33.000 millones de dólares para apoyar a Kiev, un enorme aumento que incluye más de 20 mil millones de dólares para armas y municiones.

El paquete, que también incluye 8 mil 500 millones de dólares en asistencia económica directa y 3 mil millones en ayuda humanitaria y de seguridad alimentaria, forma parte de los esfuerzos de Estados Unidos para aislar y castigar a Rusia por la invasión del 24 de febrero, que ha arrasado ciudades y empujado a más de 5 millones de personas al extranjero.

“Necesitamos este proyecto de ley para apoyar a Ucrania en su lucha por la libertad”, dijo Biden en la Casa Blanca tras firmar la solicitud. “El costo de esta lucha no es barato, pero ceder a la agresión sería más costoso”.

Washington dice ahora que espera que las fuerzas ucranianas no solo puedan repeler el asalto ruso en el este, sino también debilitar a su Ejército para que no pueda seguir amenazando a los vecinos.

Rusia dice que eso equivale a que la OTAN esté librando una “guerra por delegación” contra ella, y esta semana hizo varias amenazas de represalias no especificadas.

Tras ser derrotada en sus esfuerzos por capturar Kiev en el norte, Rusia ha desplazado sus fuerzas cientos de kilómetros hacia el este para capturar dos provincias en una batalla que Occidente cree que puede ser un punto de inflexión decisivo en la guerra.

Las fuerzas rusas están ahora atrincheradas en el este, donde los separatistas apoyados por Moscú han mantenido parte del territorio desde 2014, y también mantienen una franja del sur que tomaron en marzo.

REFERENDO FALSO

La misión de Estados Unidos ante el organismo de seguridad de la OSCE dijo que el Kremlin podría intentar celebrar “referendos falsos” en las zonas del sur y el este que ha capturado desde la invasión del 24 de febrero.

“Estos referendos falsos e ilegítimos irán acompañados, sin duda, de una oleada de abusos contra quienes pretenden oponerse o socavar los planes de Moscú”, afirmó. “La comunidad internacional debe dejar claro que cualquier referéndum de este tipo nunca será reconocido como legítimo”.

Ucrania dijo que hubo explosiones durante la noche en la ciudad sureña de Jersón, la única capital regional que Rusia ha capturado hasta ahora desde la invasión.

Las tropas rusas usaron gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento el miércoles para reprimir a las multitudes proucranianas, y ahora están bombardeando toda la región circundante y atacando hacia Mykolaiv y Kryvyi Rih, dijo Ucrania.

Los medios estatales rusos citaron el jueves a un funcionario de una autodenominada “comisión militar-civil” prorrusa en Jersón, que dijo que la zona empezará a utilizar el rublo a partir del 1 de mayo.

El Estado Mayor ucraniano dijo que Rusia también está intensificando su principal asalto militar en el este, donde Moscú pretende apoderarse de la totalidad de dos provincias parcialmente controladas por los separatistas desde 2014.

“El enemigo está aumentando el ritmo de la operación ofensiva. Los ocupantes rusos están ejerciendo un intenso fuego en casi todas las direcciones”, señaló.

El ataque principal ruso está enfocado cerca de las ciudades de Slobozhanske y Donets, a lo largo de una carretera estratégica en la línea del frente que une la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkov, con Izyum, bajo control de Moscú.

El gobernador regional de Járkov dijo que las fuerzas rusas están intensificando los ataques desde Izyum, pero que las tropas ucranianas resisten.

El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el jueves que el Ejército había disparado misiles contra seis depósitos de armas y combustible ucranianos y los había destruido, y que también habían sido alcanzadas 76 instalaciones militares ucranianas.

Reuters no pudo verificar los últimos informes sobre el campo de batalla.

Con información de Reuters

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