Voz del verbo nadar: en la piscina, en el mar, en el lago. Dondequiera que esté durante esta temporada de vacaciones, no pierda la oportunidad de un baño vigorizante.
A su propio ritmo, de acuerdo con sus habilidades, estrictamente libre de estrés. Lo que importa es salir del agua relajado, fresco y feliz, disfrutando del maravilloso efecto de sentirse bien después de nadar.
Sin embargo, si te importa la aptitud física, debes saber que existe un estilo de natación particularmente efectivo para esculpir y tonificar cada músculo del cuerpo, dando a quienes lo practican consistentemente una silueta de ensueño, sin rastro de grasa y relajación. Averigüemos más.
El estilo libre o croll es la mejor opción para un remise en forme exitoso. El instructor de natación Emiliano Salardi explica: «En primer lugar, el estilo libre, es un estilo de natación que, una vez que se ha aprendido la técnica correcta y los movimientos correctos, se puede practicar sin un esfuerzo excesivo por parte de todos, a diferencia de los estilos de natación más caros desde el punto de vista del estrés muscular, piense en el delfín, pero también a la rana.
Con su continuo movimiento alterno de los brazos combinado con el batir de las piernas, que deben estar bien estiradas y nunca producir demasiada espuma, el estilo libre estira los músculos y permite mejorar la resistencia y la coordinación. Hay que decir que el rastreo no quema tantas calorías como la rana o el delfín, pero su gran ventaja es que involucra armoniosamente a todos los sectores musculares, con un efecto tonificante corporal total.
Sin duda, la parte superior del cuerpo, por lo tanto, los músculos de la espalda, los hombros y los abdominales, trabajan predominantemente, pero también los muslos y las pantorrillas están involucrados. Para las mujeres, entonces, el efecto drenante y masajeador del agua durante la natación es equivalente a una panacea en presencia de celulitis y retención.
Lo ideal, sin embargo, sería alternar siempre dentro de tu entrenamiento al menos un par de estilos, por ejemplo nadar primero en crawl y luego espalda, o viceversa, procediendo también con diferentes ritmos, clásicamente planos al comienzo de la natación, intensamente en el corazón del entrenamiento, lentamente en las últimas piscinas.
Y no olvides incorporar una mini sesión de calentamiento antes de sumergirte, para que tus músculos trabajen al máximo». La satisfacción, al final de la natación, será grande y el cuerpo después de solo unas semanas de entrenamiento aparecerá firme: pruébalo a creerlo.